Durante el año 2013 habrá 19 días festivos, igual que en 2012, aunque un 60% más que en 2009. Serán seis los fines de semana largos, con hasta cinco días no laborables. Es obvio que el cronograma de feriados mejora las perspectivas para el turismo y actividades vinculadas (y en parte, para la gastronomía y comercio minorista vinculados con el turismo).
Estos sectores son relevantes per sé, representando más de 7 puntos del PIB. Pero, ¿qué sucede con el resto de los sectores? ¿La mayor actividad turística compensa las caídas en la producción de bienes y la provisión de servicios de otras ramas? ¿Cómo afectan los feriados a la actividad económica?
Consultora Analytica realizó una estimación de estos impactos sobre las distintas actividades productivas y de servicios para 2013, concluyendo que el costo de cada día feriado es equivalente a $ 4.430 millones.
El análisis, realizado a nivel CIIU Revisión 3, muestra que la industria manufacturera es la más afectada, con una reducción de producción de $ 990M por día (un cuarto del total). Es, sin embargo, el sector más heterogéneo y complejo de analizar, ya que hay actividades, como la siderurgia o algunos procesos químicos, que requiren una producción continua y, en consecuencia, no paran. Se estima que la industria trabajará 275 días en promedio durante 2013.
La construcción siente plenamente el impacto de los días no laborables, y según nuestras estimaciones, se resiente en $ 450M/día. El sector trabajará 245 días este año. Un costo algo superior enfrenta el sistema financiero y bancario, que también se paraliza casi por completo, con $ 500M/día y 245 días laborables.
La educación y la salud también sienten los efectos de los feriados: por día, el costo agregado para estos dos sectores es de $ 500 millones. En el estado, el costo es menor ($ 240 millones por día).
Para el comercio (mayorista y minorista) el impacto es de $ 410 millones por feriado, y de $ 250M en las actividades de transporte, almacenamiento y comunicaciones (que reducen su ritmo a la mitad). En tanto, los impactos son poco relevantes en las ramas primarias, como la agricultura, la ganadería y la pesca.

Este tipo de análisis sectorial permite superar las limitaciones de estudios alternativos, que consideran el PIB anual y lo dividen en forma lineal. En esos casos, el costo por día feriado llega a ser de más del doble del estimado por Analytica.