Carta de Lectores Tomará décadas revertir el daño que dejó el Gobierno ¿CÓMO SE PUEDE DEFENDER EL “MODELO”?

Carta de Lectores Tomará décadas revertir el daño que dejó el Gobierno ¿CÓMO SE PUEDE DEFENDER EL “MODELO”?

 

Los que defienden el "modelo" (vencido hace rato) enarbolan ciegamente orgullosos, la bandera de la "inclusión social". Si la "inclusión social" significa para ellos, que las villas y asentamientos crecieron de manera exponencial en los últimos 9 años y, por ende, la pobreza, entonces quédense tranquilos que el objetivo está cumplido. Basta con hacerse un viajecito por el conurbano bonaerense y tomar nota de las barriadas y viviendas precarias amontonadas unas sobre otras a los costados de las rutas y vías de ferrocarril, para darse cuenta. O tomar el Camino del Buen Ayre, entre acceso norte y acceso oeste y mirar hacia ambos lados. Y si quieren pruebas, fácilmente se encuentra acá en Facebook, una foto satelital que muestra perfectamente esto que digo.

¿Será que se refieren a este tema cuando hablan del "crecimiento del país"? ¿Será que quieren convertir a la Argentina en una "gran favela" donde los únicos poderosos y adinerados sean ellos? ¿Por qué no se preocupan en generar políticas que permitan que la gente progrese con el fruto de su esfuerzo?

Yo recuerdo siempre y con emoción, a mi viejo, que se fue hace un año casi. Fue el ejemplo viviente de lo que significaba para él (y para todos nosotros) la dignidad del trabajo y el lograr las cosas por mérito propio. Fuimos una familia humilde; pero quizá precisamente por eso, cada pequeño avance en nuestro bienestar, era una fiesta. La primera TV a color, el primer autito (usado y atado con alambre), el primer viaje en familia a un camping de Entre Ríos.... No había lujos; nunca los hubo. El asado era una vez cada dos meses y ni hablar del helado... Si queríamos helado una vez al mes, había que caminar 20 cuadras hasta la plaza. O helado, o colectivo. Las dos cosas no se podía. 

Mi viejo trabajó de todo lo que pudo y lo que consiguió a lo largo de su vida. Pero nunca pidió ni aceptó limosna. Se levantó la casa con sus propias manos y sin decirnos nunca: "las cosas se hacen como digo yo", nos enseñó con su ejemplo. 

En todo caso la diferencia más grande entre esos tiempos y los actuales, son las oportunidades... En esa época, había problemas quizá igual o más que ahora (yo crecí entre los golpes del '76, la primera democracia de Alfonsín y el "paraíso" de los '90) pero había más oportunidades. Ahora los que trabajamos por nuestra cuenta e intentamos progresar con el fruto de nuestro esfuerzo, no lo logramos.

Trabas por acá, cepos por allá, aumentos por todos lados; la inseguridad que nos quita el sueño y la tranquilidad; y un gobierno que se autoproclama "nacional y popular" pero gobierna únicamente para su grupo de influencia, con políticas arbitrarias y medidas sectoriales que "excluyen" a buena parte de la población y tampoco "incluyen" a aquella que pretenden. Vivimos un tiempo de enormes contradicciones, generadas desde el más grande y ambicioso egoísmo de poder. Y más allá del juego de palabras, a todos los argentinos, nos gustaría PODER vivir mejor. Lo cierto es que revertir el daño que este "gobierno" le está haciendo a la gran mayoría de la población, va a tomar años, incluso décadas; y quizá no todos lleguemos a ver el cambio, a menos que ocurra algún milagro antes...-


Walder Martínez
estudiolagalera@gmail.com


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